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Reseña Brant Bjork en Chile por Rockaxis

Reseña Brant Bjork en Chile por Rockaxis

EL medio Rockaxis escribió una reseña de lo que fue el show de Brant Bjork en Chile, te dejamos un extracto:

El acto principal entró en escena con un público que lo esperaba hace tiempo. A diferencia de lo que se vivió con John García en septiembre del 2019 o incluso con Mondo Generator en noviembre del mismo año, Brant Bjork no deja espacio para la nostalgia, olvídense de visitar a Kyuss, Fu Manchu o Vista Chino, ni siquiera Stöner. Tampoco es que hiciera falta, porque su actualidad lo muestra vigente, eso queda de manifiesto en esfuerzos como “Bougainvillea Suite” (2022), del que cayeron ‘Bread for Butter’ y ‘Trip on the Wine’.

Apareció ‘Stackt’ del “Tao of the Devil” (2016), con una interpretación soberbia que el trío completado por Ryan Gut y Mario Lalli abordó con bestialidad, aumentando los decibeles de la versión de estudio. Esto no es solo es un detalle, Brant Bjork moldea las canciones de manera diferente en el directo, lo que está ligado a una filosofía de vida del oriundo de Palm Desert, la diversión está en que la música sea un fluir de la conciencia cada noche. Quedó más claro aun cuando visitó su antepenúltimo registro homónimo del 2020, lo hizo con unas versiones más apuradas de Mary (You’re Such a Lady)’ y ‘Cleaning Out the Ashtray’, lo que añadió el vértigo necesario a su catálogo.

El concierto se fue desentramando en pequeños bloques, en los que juntaba su material solista, con las canciones que ya hemos mencionado, y los proyectos en los que decide asociar su nombre a un colectivo, como Brant Bjork and The Low Desert Punk Band, del cual se pudo apreciar ‘Buddha Time (Everything Fine)’ del maravilloso “Black Power Flower” (2014) en la partida. Pero fue el repaso a sus labores con Brant Bjork and The Bros lo que desató una reacción positiva que no se hizo esperar. ‘Let the Truth Be Known’ y ‘73’ sirven como postales de un público que disfrutó de los pasos que Bjork se sacaba moviendo sus pies, casi como si bailara twist sosteniendo su squier stratocaster.

El icónico Mario Lalli tampoco pasó desapercibido para el respetable. Con boina negra y lentes, se mantuvo como un tótem al lado derecho mirando hacia el escenario, con sus dedos gigantes aplacando el riff de las nuevas ‘Sunshine’ y ‘U.R Free’. Sonó de manera impetuosa, se echaba las canciones al hombro sin problemas, demostrando que el bajo es un elemento sumamente importante para entender el stoner rock. El joven Ryan Gut no se quedaba atrás. Dueño de un flow magistral, supo llevarnos por los caminos del desierto sónico, conduciendo de manera segura con su pulso sostenido y con una personalidad chispeante que lo hizo ver feliz y receptivo. Es que para estar al lado de dos bestias como Bjork y Lalli, hay que tener carisma y el chico lo tiene, sino pregúntenle a cualquiera que experimentó el drone de ‘Low Desert Punk’, en la que cada una de las partes forma una verdadera masa de distorsión aplastante.

Puedes seguir leyendo la nota completa en Rockaxis y ver la galería acá
foto por: Juan Maralla

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